No bastará
que se desplomen lluvias tras lluvias
para borrar tus huellas
en este humilde barro...
Tendrás que sentarte en el dintel de tu casa
a esperar mi cortejo
bajo la lluvia.
Y así
cuando mis huesos vuelvan a ser polvo,
solo entonces,
¿el viento barrerá tu recuerdo?
Una gota de lluvia parece decir: ¡jamás!
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