domingo, 1 de diciembre de 2013

PEDRO GUERRERO ACUÑA/ CARMEN (BUNKER)


Carmen tiene el secreto
para escribir las líneas de tus manos,
búscala en el carnaval
allá en Oruro,


en sus ojos las desventuras
parecen sueños, los guiña
para explicarte lo que es vivir.


Ella nació en el socavón
entre manchas de sucio día gris,
baila por los rincones del alba,


no espeta si te emborrachas
en su compañía, si deseas ver
luego de sus ropas de hilo,
si descubres la mueca
de sus labios al fumar.


Ella anhela conocer la mar,
desea huir del otoño
perenne de su piel,


te dirá que las rosas
no son verdaderas
cuando se obsequian
a quien no las merecía,


y tú querrás obsequiarlas
a su pies redentores,
darlas a su beso,
recitarle aquellos
versos de tu cuadernillo;
pero a todo rehusará.


Sólo quiere tu caricia,
sólo añora tu voz,
y un poco de Casa Real.


Pero Carmen tiene dieciséis
heridas en sus muñecas,
una por cada año de vida,
una por cada viaje
que con los dedos realiza,
una por cada amor que se ha ido.


Quiere conocer el mañana
y te cita para que la acompañes
antes del amanecer.


Le dirás que la carretera no es eterna
mientras beben api,
le dirás que pronto el carnaval
concluye y también tu cariño
que no era cierto,


y ella se aferrará a tus pupilas
y es seguro que otro yermo
no vuelvas a ver diferente al de su tacto.


Mi querida Carmen,
sólo desea volar con las golondrinas,
tiritar en nuevos inviernos,


desea esperar
de puerto en puerto a un pescador
que le dé a comer maravillas,
a un albañil del desierto que regrese
y descanse entre sus piernas cada anochecer,


tal vez necesita un gaucho ladrón
de sus pecados, o a un humano cualquiera
que le explique el sentido de despertar
cada mañana, que diga que la quiere
como no ha querido nunca.


Pero ella te citará
en el Parque Abaroa
a la hora del adiós, mientras
la ciudad enciende la koha
para chayar a sus muertos
en un amanecer púrpura,


luego de que los tinkus
se emborrachen en promesas,
mientras la esperas bajo la lluvia.


Pero no regresará, se ha marchado,
no la busques, yo también fui victima
de sus besos, y aún la busco
por los callejones del tiempo.


Y ella no regresa,
ella ha escapado tan lejos
que ni el vuelo de las aves
la acompañan, ni siquiera el suspiro
de un hombre enamorado
llega a sus vientos,
llega a donde se ha perdido
con su sombra a soñar.


Carmen tiene el secreto
para escribir las líneas de tus manos,
búscala en el carnaval
allá en Oruro,


en sus ojos las desventuras
parecen sueños, los guiña
para explicarte lo que es vivir,


es seguro que de ella te enamores
y ni el olvido vendrá a buscar
sus pertenencias cuando te haya abandonado.

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