domingo, 30 de noviembre de 2014

ANA MARIA GÖEDE/ DE AQUEL TIEMPO


Ni una gota de esperanza quedó ese día
nada sostuvo al cielo, despedazado
que desdichado se rindió en tormentas
desesperado


No fue fácil caminar entre gentíos
que daban una ojeada a mi destino
y como un soldado herido indulté
a este llanto mío


Despojada del brillo de tus ojos
el caminar se me hizo tan espeso
envuelta en vientos caminé senderos
Desconocidos

No hay comentarios:

Publicar un comentario