jueves, 19 de junio de 2014

FELIPE ROMANO/ VIERNES


Cristo paso por Talca, solitario.
Lo vio el verano y lo adorò el otoño.
No llevaba rosas ni retoños.
Conversò con el niño del canario.
No tenia prisa de emisario
Importante. Era como un arroyo
Que busca el mar, su gran final apoyo.
Hoy ya no està. Se fue, se fue, se fue.
En direcciòn al cerro hay muchas huellas;
Tambièn antorchas, armas y rugidos.
La radio informa que Cristo tiene sed.
En la Corte se estudia la querella.
Cristo pasò por Talca, perseguido.

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