jueves, 22 de agosto de 2013

ROMULO SANHUEZA/ CANTO A LOS LAMENTOS DE UN POETA TRISTE


Turbio canal
de congoja y desconsuelo
convulsionado cauce
de turbulenta angustia;
desdicha que se hunde
en la arena del mar,
con dos penas crepusculares
y cien negros presagios nocturnos:
son tus versos de siempre.


Florece tu desdicha,
cuando el sol ahuyenta
las últimas penas
de tu sueño inconcluso.
Así te he visto,
hermano.


He cogido la letra,
del verso acongojado
que tu alma esparce,
grabado en dura piedra,
o en el mármol
de una tumba,
con dos tapas, impresas,en primera edición.
Nadie ha bebido las lágrimas
de tu soneto,
y la sangre de tu oda,
se ha secado, en tu cuerpo.


¿Cuándo sonreirás, hermano?
¿Cuántos lamentos ha anidado tu alma,
tu pecho oscuro,
golpeado,
agrietado?
¿alguna vez se agrandó tu pupila,
de alegría,
o fuiste siempre triste, taciturno?


Tomaré tus penas.
Las echaré en un saco
y llenaré un baúl
con tus versos de miedo,
de clamor, de pena,
de amores desencontrados,
desencantados,
desdichados,
destrozados,
y podrás ser alegre,
aunque sea un minuto,
para escribir poemas
como canto a la vida;
no a tu vida,
sino a otra vida,
alegre,
sonriente,
sonora,
como canto de pájaro,
como curso de estero,
como lluvia en tu ventana,
cuando duermes.


Te prestaré mi pluma
de pájaro cantor;
entonces,
harás versos al humor,
a la vida,
al canto,
a la alegría,
a mi sueño infinito
de un hombre feliz
sobre esta tierra...
o bajo ella.

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