sábado, 6 de julio de 2013

JUAN CARLOS ROBLES/ BALADA BLANCA


He luchado con la muerte infinita

boca a boca el aliento sutil

que separa el alfa y la omega

de aquel que no quiere morir



He manchado en charcos de sangre

mis trémulas manos intentando sellar

el reguero de vida que escapa

de aquel que no quiere marchar



He cortado el cordón de la vida

con mano certera y me he puesto a mecer

en mis brazos aquella criatura

que en medio del campo acaba de nacer



He dejado dormir en mis brazos

el anciano que no quiere seguir

y he bajado con ternura sus parpados

con una oración lo he dejado partir



Quejumbrosa la tos de romero

con la tisis no puede dormir

presuroso le llevo un alivio

con el alba deberá sonreír



En la cruz de sagrado madero

te entregaste señor; en alianza final

yo he intentado seguir tu camino

hoy te pido perdón por quererte emular

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