sábado, 6 de julio de 2013

CARLOS AGUILERA ANDRADE/ BODEGA ABIERTA


Nunca llega el sol
y florecen las sonrisas,
no cae el agua de la lluvia
y los campos se humedecen,
en esta tierra solamente mìa
donde tal vez ni el tiempo construya los deslindes.
Allì aran sin descanso los bueyes insomnes,
tengo una cosecha en cada instante
y en mi bodega sin candados, crece y crece,
el amasijo de miel y tempestades.
Entonces,
si quieres comer de mi predio,
no esperes el verano
para saciar tu sed de jugos y de granos.
Tampoco aguardes el invierno
si es tu anhelo navegar rn los torrentes
o contemplar los manantiales.
Y aunque no estemos en otoño,
si buscas hojas moribundas entra y cògelas
y no esperes que sea primavera
para hacer tu ramo con mis flores.

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