Con un ojo
apunto a la luna.
Con la mano
toco sus redondeces,
pero sòlo es el aire.
Hoy es la Luna nueva.
Me pincho un dedo
con una punta.
Afino la punteria
y voy a dar
al mar de los sueños
en ese lado oscuro.
Aùllo sin tener
mucha conciencia.
Es el instinto, me dicen,
mientras viene otro vaso.
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