El pasado es un fugaz torbellino
de resplandores ataviados
con un sentir perecedero
y una magia apagada...
Van los instantes sorpresivos
con su sonoridad impensada y breve,
bajo un universo de espejos
y sobre una tierra de espinas.
Y el verbo tiende a no apagarse
y dilatar su andar perpetuo,
premunido de balas abstractas
bajo las sobras y su iluminar.
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