domingo, 24 de abril de 2022

MARIA SOLEDAD IRRÀZAVAL/ AUSENTE


El sol oscureció, veo una nube negra

desde ahí, me besas, abrazas

te vuelves transparente.

Recojo lágrimas, las vuelvo arena

recojo dolor, las vuelvo carbón

tizno de negro alma y corazón.

He pagado en cómodas cuotas tu muerte

de luto vestí mis días

a la ruleta rusa jugué mi suerte.

Te siento cuando vuelves

rasgando mi piel curtida

hurgando en las entrañas

buscas a la otra cría, que en ciernes quedo.

De ardientes fantasmas se llenan mis noches

no me juzgues, si en cada orgasmo que senti

estuviste ausente.

 





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