domingo, 22 de marzo de 2020

MARIA TAGLE/ JUNTO AL MAR


Te encontrè frente al mar
embriagado de sol y de distancias,
con el color de todos los adioses
derramado en los ojos.

Espigaba, lo mismo que la luz,
la ternura en tus manos.
Había un tripulante solitario
en tu voz oscilante como llama.
Yo escuche los violines de la inquietud
que en las tardes lloraban en tu alma.

Tenías la fragancia de las mañanas claras
y las alas inmensas de los vientos marinos.
Un collar de canciones quemaba tu garganta
Tu cuerpo era una red de caricias sutiles.
Me sentí como un niño cerca de tu mirada
y fui hacia tus brazos como hacía dos caminos.



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