miércoles, 27 de marzo de 2013

BERNADO COLIPAN/ EL ARCO Y EL DESPLIEGE DE LA MEMORIA

Con las interrogaciones llegan los pájaros, ellos revolotean toda la noche con nosotros en torno al nguillatún, trazan en el cielo el lugar del sacrificio del tiempo. Ellos vienen del mar, no los trae nadie.
             El arco de interrogaciones es un lugar señalado por un colihue, tensado como un arco en la rogativa huilliche. El nguillantuwe o terreno sagrado, está cercado por un círculo que divide un espacio interior de uno exterior.
             Al interior del círculo sagrado; el tiempo de la memoria con su transparencia; al exterior, la historicidad con su tiempo cotidiano. Por eso el Arco deviene en la ventana, por medio de la cual entramos y salimos de los tiempos. En los pliegues que se abren en el adentro se juega su sentido la memoria, en los pliegues que se abren en el afuera, se juega su sentido nuestra historicidad.
             La comunidad danza, los giros  son en sentido contrario a las agujas del reloj.
             Las interrogaciones son los espejos que nos reflejan las primeras formas de nombrar al mundo.
             Las interrogaciones agujerean al tiempo, lo traspasan para nombrarlo y con ello deshilvanan la madeja del olvido, hacen de la memoria un espacio habitable.

B.C.F
                                                                                                                                                                                               
Lefketumay  Chao Dios
Lefketumay Chao Trokin
Lefketumay Treng-Kawin
Lefketumay Pu lamuen-Wuentru
Lefketumey Ñuke Ale
Lefketumay Chao Antu
Lefketumay Pukatrihuekeche
Lefketumay Aguelito Wenteyao
Lefketumay Ñuke Túe.

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