viernes, 4 de enero de 2013

SARA CADEMARTORI NUÑEZ/ MOSAICO PORTEÑO

Voy orillando mi puerto
y lo imagino lejano, escondido,
florecido entre algas y montañas,
hecho un ovillo de seda su cabellera de luna
y en callejones oscuros
las ecaleras sin tiempo
revientan sus grietas de musgo
al viento que las estrecha.
Oh mi puerto de añoranzas
de leyendas en su estampa!
Juan Tenorio de los puertos.
En ti la barcaza vieja se hace lecho
y se pontan de besos las mejillas.
Por tus veredas deshechas
ronda el amor por tu esquina
y en tu cintura traviesa
de faroles remolinos
se acarician con ternura las parejas.
Oh pescaor prieto de mar y de viento
desenfrenado de arrojo,
desata tu ira al acecho
y vè abajo, el mantel azul de tu mesa.
A tu dialogar celeste de pupilas y de sales.
A tus montañas de trèbol,
al rubor de tus corales.
Eleva tu oraciòn de remos
por tu pan hecho paloma!
Porque al subir las callejas
cuelguen desde tu cinto
los atadines de peces
lamiendo las escaleras
como ramos de amapolas.
Y aquella loca sonatina
de carruseles girando al son de los volantines!
Trampolines de ascensores,
flor azul de caracoles,
que elevando sus brazos largos
va cubrièndoles dedales de oro.
Marineros y velames.
Cerros, quebradas y colinas
todos envueltos en brumas,
o todos bañados de luna...!

No hay comentarios:

Publicar un comentario