jueves, 24 de enero de 2013

MARIO ORTIZ QUIROGA/ ESPERA

Hoy tu espera ha sido tensa,
interminable, tediosa, frustrante
al extremo que el reloj pasò ya
el atardecer del mediodia.

En el silencio de mi angustia
escucho el martillar de mi corazòn
que va machacando la ausencia de tu olvido.
Afuera hay niebla, y el frìo cala la noche.

Busco algo tuyo y encuentro el suave aroma
de tu esencia inquietante, que aùn perdura.
Hay calor en nuestra alcoba adormecida
y el fuego de la chimenea languidece.

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