sábado, 12 de enero de 2013

ANTONIO ARÈVALO/ DOMUS AUREA I-II

Antes que nada hubo nada antes
(Horada el alba)

I
despedazábase el paisaje, fue entonces que una selva de espinas huyó de mi jardín, CORONANDOTE :divina paradoja: su cabeza es un excrecencia loca : QUE EXIJE ser cortada

II
"traerás por cinco noches el sonido de los lagos"
"un ángel descenderá hasta tu beso y se quedará amándote por la eternidad"

III
AGONICO
(pájaros nocturnos devoran tus labios) cuando el fluir de los días consuma una flor, otra flor

IV
detrás su sombra suplicada yace ahora todo lo sufrido, se le empozó en el alma : mi héroe desnuda debajo de mì su propio corazón, sombras, silencios, sudor sucio subiendo (el hombre en la noche enciende hacia sí una luz)

V
Es el alma esa coraza esbeltísima sobre la que todavía ninguna mano puso su amor tranquilo

VI
(encerrado en su torre de babel enciende un juke-box, con un rayo laser traza sobre el cielo una línea fosforescente y piensa: "quisiera escribir un poema que no termine nunca" épico? le digo- él pierde la mirada entre las nubes :no rìo y nunca lloro, me responde)

VII
una voz desde más allá del cielo lanza un epifonema
ABRO EL CIELO :
ésos los lugares donde hasta la sombra se maldice a si misma

VIII
ahora duélese en esas tierras de nadie enceguecido, presiente que alguien acuchilló a su hermano, que otro besó la mejilla del último mesías, que a lo lejos ex-devotos de la santísima desnúdanla, bésanla, muérdenle los pechos

IX
mientras tanto vuelto ya de espaldas él es, al término de las sonrisas, OTRO "pero a través de esa luz pasan unos ojos de piedras que ruedan y unos labios de manchas que no salen"

X
i habiéndomele al padre acercado, yo el presente por parte mìa, díjele que le encontré viejo i sordo i mudo. No respondió a mi rezo, por eso ahora estoi aquí sintiéndome el hijo que éste abandonó a los hombres.

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