viernes, 16 de febrero de 2018

CARLA ANDREA ZAPATA/ ZOZOBRAS


Te veo tendido sobre la tarde
en esa línea que dibuja el tiempo
con sus silencios.
Cierro los párpados
como si la muerte nos arrastrara
con la furia de sus besos
hacia el mismo abismo
y luego nos abandonara desnudos
llevándose el clamor de los latidos,
en un hilo de seda sosteniendo nuestros labios.
Entonces me quedo recostada junto a tu cuerpo
navegando en la soledad de tus ojos,
mientras la desnudez de la luna
va derramando su piel
en la inmensidad del universo.
Y en ese momento, sin que lo adviertas,
cruzo a oscuras la tarde
buscándote en esa misma línea de tiempo
zozobrando oculta en tus rodillas,
y simplemente, me instalo , sin hablar,
en cada uno de tus sueños,
acariciando el lugar donde desaparece
para siempre la breve luz de tu ombligo.

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