miércoles, 24 de junio de 2015

SOLEDAD URIBE BOISIER/ NAHUELBUTA


Volveré más tarde.

Cuando la luna
caiga en mi pelo

y mis rodillas
se vuelvan tercas y quejumbrosas.

Cuando mis ojos chillen
por un par de gruesos cristales

y mi cabeza explote
de nostalgias.

Volveré cuando en la niebla
se escondan algunos callejones que viví,

que no quise vivir,

que quise vivir,

que no sé si viví.

-Sí que volveré-

Para abrirle los ojos
de madrugada a los coigües

y testear la pasión
de los notros en primavera.

Y destriparé el atardecer
desde tu cima,

desvestiré los avellanos y

le haré el amor a cada uno
de esos viejos hualles
que me esperan.

Me asfixiaré de verde,
verde y más verde.

Y allí estarás.

Tu fidelidad tiene olor
a humedad.

Tiene el color de los copihues,
de los chilcos y canelos.

Tiene gusto a digueñes,
a changles y nalcas.

Tu fidelidad
tiene la inmensidad de
los pehuenes.

Volveré más tarde
a morir contigo.

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