Dando vueltas y vueltas, me encontré conmigo
con la sonrisa única que brotaba de mis labios.
Mi error más mundano,
manejar la gracia y la desdicha.
Pensar que todo lo tuve
fuego en mis manos y hoy cenizas.
Me llamé Venus
y de tantos amores mal traídos
fui terrestre sin ser feliz.
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