De pronto la noche te trae, te trae enfrente
con el azul oscuro combina tu vestido de estrellas,
mis ojos vacíos no te creen, no me muevo a buscarte
pero estas allí, con la noche.
De pronto en mi desorden te veo,
la noche se distancia y no te alcanzo con palabras,
si corro se me desarma el camino nocturno
y caigo de rodillas, llorando frente al alba.
La noche es màs fría y te tengo frente a mis labios
pero no me veo, soy un cazador sin lanza.
Observo que sonríes y te confundes con la noche
dando en mi vida, a la muerte la alabanza.
Entonces prefiero sentirte desde lejos
mientras te dibujas en esta noche calma.
Te he mirado en esta noche que te trajo
y te he perdido nuevamente en mi alma.
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