sábado, 6 de julio de 2013

CARLOS SEPULVEDA/ CURICO


Què desconsuelo que nadie
conteste a los cisnes
sus negras interrogaciones.
Què desconsuelo que las sirenas
no encanten a nadie
con sus voces de otros mares.
Què desconsuelo que los crisantemos
no florezcan cada tarde,
cuando todo es lluvia,
sirenas tristes
y cisnes inquisidores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario