Hube dolor, pues todo se fantasma.
Mi sangre resume océanos. Perdidamente
navegas -caminante- hacia tus huesos.
Y adentro el mar; de ola en ola se espuma
el siempre amar; el siempre más, el nunca
estaremos apacibles si hay las aguas,
vida mía.
retumbándonos
por una eternidad.
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