jueves, 31 de diciembre de 2015

MIRTA BRAVO JIMÈNEZ/ RESURRECCIÒN


Al otro día temprano
llegaron a perfumarlo
dos mujeres y al buscarlo
no hallaron a este hermano.
¡No hay derechos humanos
sacrilegio han cometido!
porque a ese detenido
no hallan donde fue puesto.
¡Desapareció el muerto
decían entre gemidos!.

Después de mucho llorarlo
se detienen en sepulcro;
hallaron vendajes pulcros
al empezar a buscarlo.
Con quejidos al llamarlo
más allá de la ultratumba
sienten dolor que retumba
por pena desconsolada.
Mas al llegar la alborada
se muestra en oscura tumba.

De pronto, las dos María
vieron al tres veces Santo
y no contienen el llanto
cuándo él les sonreía.
Glorioso se aparecía,
Jesús en cuerpo presente
con vestidos refulgentes
rutilantes como estrella,
diciendo: que en Galilea
le verían nuevamente

Jesús bajó a los infiernos
donde estuvo por tres días.
¡qué triste estás alma mía,
Parece que fuera invierno!
Más con fuerza, del averno,
como un cometa emergió,
pues aquel que padeció
nos dicen las Escrituras:
que de esa prisión oscura,
de nuevo otra vez salió.


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