jueves, 7 de agosto de 2014

CLAUDIO ERNESTO NUÑEZ/ ESTA LLOVIENDO


Comienza a llover. Sonríe un niño de calcetines mojados,
sus jóvenes brazos de camisa rota, revolotean al viento,
abrazando el pasado en cada gota.
En los renovados huesos complices de esta piel,
las habitaciones del pasado buscan nuevas ventanas.
Atrás, las últimas hojas secas, llegan al suelo a morir,
se bañan inhibidas las naranjas de mañana,
y las ramas en capullos, silenciosas,
preparan la próxima primavera.
Los tejados, el patio y mi calle, están de fiesta,
la ciudad entera celebra, mientras el niño contempla. 

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