Cuando lleguen las lluvias y pájaros de ensueño estrellen los cristales cuando el cierzo apriete nuestros pasos, cuando venciendo cerrojos y ventanales escuches cercana la tempestad.
Ir por esos caminos, con el alma encantada por un sueño aromado por la brisa de abril. Dibujar con la mente la palabra adorada, en las hojas que cubren el camino hasta el fin.