viernes, 4 de enero de 2013

LUIS A HURTADO/ DEL CREPÙSCULO

Cae la tarde gris. La opalescencia
del crepúsculo de oro que agoniza,
tiene la sutileza de una esencia
que muere diluyéndose en la brisa.


Quiebra un beso de azul fosforescencia enriza,
Sobre el lomo del mar que el viento
y, como en un desastre de opulencia,
La riqueza del sol se pulveriza.

Admirando esta tarde que se aleja,
como el eco muriente de una queja,
de la sombra sutil ante los rastros;

en la resurrección que el alma invoca
acaricias mi frente con tu boca
y aparece la gloria de los astros.




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