Todas las cosas de mi calle te han visto,
y yo, que soy más que cosas, más que calle, no.
Hasta los teléfonos tienen intereses creados
para echar lejos tu voz de viento entre los pinos.
Ya no puedo esperarte tan quieta y desinteresadamente.
Me estoy achicando en las esquinas para verte,
se me termina la luz del día buscándote;
me tiendo al medio de la noche para encontrar algo en
común.
tendámonos cerca de la madrugada
para llegar al día juntos e inéditos.
Ahora tú te metes a la eternidad con seis días sueltos
que no puedo amarrar para encontrarlos;
tú te disuelves en ellos y yo no los conozco.
Si vas con otra ropa, no te entiendo,
con esta ausencia tuya nos iremos desencontrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario