Cierto lorito pintado
nada quiso con el tordo.
Se le hacía siempre el sordo
por su traje de enlutado.
-¡Córrete allá, hacia otro lado,
pájaro negro! De nada
vale en ti cualquier tonada
por tu traje de pobreza.
Mira en cambio mi riqueza;
hablo y soy ave pintada.
Por desgracia, un cazador
vio a lorito tan hermoso.
Lo persiguió sin reposo,
guiado por su color.
-¿Lo cazo? –Pues sí, señor,
y al tordo en nada molesta.
De un rincón de la floresta
silbábale este al lorito:
-Con su premio de bonito
váyase al pueblo a dar fiesta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario