jueves, 10 de enero de 2013

JORGE SALGADO/ LA TRISTE DESVENTURA DE ENCONTRARSE TERRIBLEMENTE SOLO

Un hoyo tan grande como un silencio
para contener todo el grito
que tenemos cuando morimos.
Un hoyo que yace postrado a nuestros pies
que camina con nuestra sombra
o entre los tictacs de las horas
o entre los azules hàbiles.
Un ojo tan espeluznante comi una marisma
Un hoyo tan cadavèrico
tan grandilocuente
tan repugnante
tan abismantemente feo
tan horriblemente cabizbajo
Es el hoyo que dejaremos
cuando un dìa nos vayamos
terriblemente
solos

No hay comentarios:

Publicar un comentario