viernes, 11 de enero de 2013

FRANCISCO SCHADE/ TRISTEZA

Estabas dentro de mi y no lo sabia.
Fermentando lava de oscuridad.
Apegado como un caracol dentro de mi sueño.
Lloviendo rosas agriadas en esteros invisibles.
Eras mi hermana y yo tu madre.
punzando crepùsculos sangrientos;
distribuyendo particulas sedientas;
en las corolas relucientes de mi sangre.
Amamantando su sed morfinòmana
con la sequedad salobre de las aguas marinas.
Levantando su flùido puñal ensangrentado
y derritiendo su arado sin brillo
en mi cuerpo de pinar recièn gestado.
Yo soy el culpable; sobre mis instintos;
sobre la coraza purpùrea de mis carnes;
sobre mis ojos de caidas hojas otoñales
encima de mis versos de timbres desgarrados
le dejè la fermentaciòn de nubes descompuestas.
Con la ingenuidad de la simple golondrina
intrudujo su yunque de gorriòn maldecido.

Ahora, eres mi hermana y te bebes mis esencias
y yo siendo tu madre de aborto no evitado.
Estabas dentro de mi y no lo sabia.

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