jueves, 10 de enero de 2013

EDUARDO PARRA/ PEQUEÑO CONTRATIEMPO JUSTO A FINAL DE SIGLO (FRAGMENTO)


Pero esto no cs todo,
mi camino no fue tan magro.
Puedo hablar de los amorios; por ejemplo.
De las amorosas amantes
y de ese impulso delicioso,
de esa savia que derramamos
hombres y mujcres en el embrujo sabroso
de las blancas playas del amor.
Seria delicioso hablar dc todo aquello;
pero a estos secretos paseos
por los jardines tiernos del ensueño
les tengo reservado un cuaderno rosado
en el futuro,
cuando tenga reunidos màs datos,
cuando haya amado demasiado.

Sin embargo hay una mujer
que actualmente me vuelve loco,
transtorna el ritmo normal de mis dias.
Es aquella mujer transparente
de viento y espumas,
un hada maravillosa
quien quizàs
me done la facultad de escribir un poema.
Pero si asi fuere:
si esa mujer magica
con su dulce encanto
y sutiles poderes
me otorgase algunos minutos de poesìa
aùn asi lo dudaria bastante.
Sobre todo
sabiendo que hoy en dia
el oficio es tan mal remunerado
y tan mal tratada la persona del poeta
capaz de aventurarse por las sendas abruptas
del alma humana.
Pero esta mujer insiste.
No me dejar tocar ni el piano tranquilo.
Me espia y me espia
tras los cristales de la ventana
y cuando estoy al borde del colapso,
se desvanece como los buenos y
los malos pensamientos.
No.
Yo no quiero a esta mujer.
Yo no quiero escribir ningùn poema.
Sabiendo que actualmente
hasta es mal visto ser poeta,
me invade el pesimismo,
me desanima la empresa.
Antes que eso ser guerrillero
o estrella del rock and roll
o traficante de drogas y armas
o postulante a la màs humilde abadia
o disidente
o escritor de obras pornogràficas
o productor de televisiòn
o amante a sueldo
o mercenario.
Y por ùltimo,
olvidàndose de todo,
si tomase la decisiòn, es decir,
si aceptara el encanto de escribir un poema,
sè muy bien lo que pasaria:
escribirìa una estupidez.

Siempre escribo tonteras.
¡Què contratiempo!
Y justo a fin de siglo.























No hay comentarios:

Publicar un comentario