domingo, 6 de enero de 2013

CARLOS MUTIS MOLINA/ DESDE ESE ALIENANTE SILENCIO

Gélido caminante de la eterna noche
Negro jinete que galopa sin rumbo,
Fino corcel, desbocado y estrellado
En las rudas ruedas del destino.
Hombre-culpa
Sin diurnos ni nocturnos,
Detenido en su vuelo.

Elegiste caminar sin tus ojos,
En tinieblas,
Sin tus manos en el peor de los caminos,
Sin el imprescindible quehacer del conocimiento
Juan!...
Juan!...
Desdichado develador del misterio,
Apuraste el terrible morir-sin morir
En tu derivar incierto.
Ahora
Cuando podrás encontrar
La salida a tu sendero?

Sin embargo
Es extraño.

Desde ese alienante silencio,
Hermano Juan,
Querido hermano,
Como un débil respirar
Te presiento:
En las hojas
En mis sueños
En el viento.

Estará nuevamente
Despuntando el alba en tu desconcierto?

Ojalá!...
Penitente espectro amigo.

O se estará haciendo luz
Tu sufrimiento?

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