lunes, 7 de enero de 2013

ALFONSO LARRAHONA KASTEN/ MI POZO

Restará de quien soy tan sólo un pozo,
no muy profundo, pero sí sombrío;
porque quise ser árbol o ser río
y no pude salvarme del destrozo.

Todo lo que perdí me brindó gozo;
todo lo que gané me daba frío;
fui durante la vida un gran vacío,
una grande oquedad puro sollozo.

En mis aguas moraban las estrellas
cuando el sol se marchaba, sólo ellas
conocían mi incendio de ansiedades,

la mirada interior que poseía,
la saya de dolor con que investía
mi pozo desbordado en soledades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario